Biografía
Miquel Navarro es uno de los principales referentes del arte contemporáneo valenciano y español, con obras expuestas en los museos más conocidos del mundo, como el Guggenheim de Nueva York y de Bilbao, la Fundación Lambert de Bruselas, el Nacional Centro de Arte Georges Pompidou de París, el Mie Prefectural Art Museum en Japón, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona o el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).
El escultor valenciano más internacional reside actualmente en Mislata, en el mismo barrio que le vio nacer – La Morería- y donde se crió rodeado de la huerta que le separaba entonces de la capital de Valencia. Allí se ubica también su taller, cuyas instalaciones se están adaptando para convertirlas en un museo impulsado desde la Fundació Miquel Navarro, que el artista constituyó en 2020 como fundación privada sin ánimo de lucro.
Inicios
Nacido en Mislata (Valencia) el 29 de septiembre de 1945, ya desde los diez años, da rienda suelta a su inquietud artística jugando con el barro de las acequias, haciendo manualidades y dibujando sobre papel. Los cromos de Nestlé, con ilustraciones de “Maravillas del mundo”, estimulan su imaginación y abren su mente creativa.
Entre 1964 y 1968, realiza su formación en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos. Aunque escoge la especialidad de escultura, en esa época, se dedica a la pintura y al dibujo.
A este periodo pertenece la serie de pinturas al esmalte “Insectos y larvas” (1968), un desfile colorista de microorganismos de colores puros.
También destaca de estos años iniciales el conjunto de grandes pinturas al acrílico con una coloración intensa y contrastada. Sus volcanes en erupción, maremotos y terremotos, así como espirales, pliegues y primeras tipologías urbanas muestran a un joven Miquel Navarro fascinado por la energía y el movimiento, por las leyes ocultas que rigen el fluir de la naturaleza y de nuestras ciudades.
En 1972, Miquel Navarro se decanta casi exclusivamente por la creación escultórica y realiza su primera exposición individual en la galería Tassili de Oviedo.
Ciudades
Al año siguiente, esculpe “Ciutat 1973-1974”, la primera de sus ciudades, que expone en el Colegio de Arquitectos de Valencia.
Este tipo de composiciones con múltiples piezas de diferentes tamaños y materiales, instaladas directamente sobre el suelo y donde destaca el elemento vertical, serán muy significativas a lo largo de su trayectoria.
Las ciudades de Miquel Navarro conforman, en gran medida, su estilo personal como artista, estructurado en volúmenes y espacios, que se conciben desde la unión entre la más pura escultura y la arquitectura. Son, asimismo, símbolo de deseo y de poder.
Por otro lado, Navarro establece en sus ciudades similitudes orgánicas con el cuerpo humano, donde el corazón, las arterias y los fluidos configuran un sistema vivo y en constante funcionamiento.
Temática y materiales
Entre los temas más frecuentes de las esculturas de Miquel Navarro, destacan los guerreros, los tótems, las lunas, los edificios,las chimeneas, las pirámides, las canalizaciones, los insectos y las fuentes.
El artista también recurre habitualmente en su obra a escenas sexuales y representaciones del falo, tanto como fuerza procreadora como símbolo del deseo y del erotismo.
En cuanto a los materiales, se observa una evolución: del maleable barro y la terracota de sus primeras obras pasa al plomo y al zinc – materiales que predominan en sus paisajes escultóricos-, así como al hierro, al aluminio, al refractario, al vidrio, la piedra, el yeso y diversas maderas.
Reconocimiento internacional
Tras varias exposiciones en centros y galerías de España, en el año 78, Miquel Navarro participa en la exposición colectiva Katalanische Funts des 20. Jahrhunderts, en la Staatliche Kunsthalle de Berlín.
Pero, realmente, 1980 es el año clave para el reconocimiento internacional de la obra de Miquel Navarro, gracias a su participación en la muestra colectiva Images from Spain, organizada en el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York y comisariada por Margit Rowell. Esta exposición viajará luego por Estados Unidos.
A partir de ese momento, se suceden numerosas exposiciones en diferentes ciudades de Norteamérica, Latinoamérica, Europa y Asia, algunas de las cuales se convierten en lugar de residencia temporal del escultor.
Vertiente monumental
En 1984, con la realización, para la ciudad de Valencia, de la escultura de 23 metros “Fuente pública” – después rebautizada por los valencianos como “La pantera rosa”-, se abre una nueva vertiente en la carrera artística de Miquel Navarro, que se caracteriza por piezas de gran formato instaladas permanentemente en la vía pública.
A día de hoy, más de cincuenta ciudades cuentan con estas obras monumentales de Navarro. Tres de ellas están en su propia ciudad, Mislata- Cabeza con luna menguante (2001), L’Almassil (2010) y Caminante (2022)-, mientras que otras tres se encuentran en Valencia capital: la ya mencionada “Pantera rosa” (1984), “El Parotet” (2003) y “Cabeza pensante” (2011).
Bruselas, Barcelona, Zaragoza, Murcia, Castellón, Turís, Quart de Poblet, Vitoria y Torrelavega son otras ciudades donde las grandes esculturas de Miquel Navarro están integradas en el paisaje urbano.
Obra audiovisual
Miquel Navarro también ha hecho varias incursiones en el arte audiovisual, con el rodaje de tres cortometrajes a lo largo de su trayectoria: “Fuerte como el opio” (2011), “Mineral” (2013) y “On està la meua gosseta?” (2022). Con un estilo surrealista, el escultor ensambla en estos cortos el sentido del arte y el sentido de la vida.
Por otro lado, sus obras están presentes en varias películas de éxito, como las de Pedro Almodóvar Carne trémula (1997) y Julieta (2016)
Honores y reconocimientos
Miquel Navarro, considerado como una de las voces más personales de la escultura contemporánea, ha recibido multitud de reconocimientos y premios a lo largo de su trayectoria. Entre ellos, destacan el Premio Nacional de Artes Plásticas concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en 1986; el Premio Alfons Roig de la Diputación de Valencia (1.987), el Premio Nacional de la Asociación de Críticos de Arte (1995), la Distinción de la Generalidad Valenciana al Mérito Cultural (2002), el VIII Premio Internacional Julio González – IVAM (2008) y la Medalla de San Carlos, otorgada por la Facultad de Bellas Artes de Valencia (2010).
Además, desde 2009, Miquel Navarro es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En su discurso de ingreso, que lleva por título ‘Juegos de la infancia, donde se fragua el arte’, hace referencia a tres de sus artistas más admirados, Julio González y Joseph Beuys y a Giorgio de Chirico.
Otro reconocimiento reciente es el de Hijo predilecto de Mislata 2011, el mismo año que su obra “Ciudad Vigía” pasa a formar parte del Patrimonio Artístico de la UNESCO, lo que convierte en el quinto artista español presente en esta colección, junto a Pablo Picasso, Eduardo Chillida, Joan Miró y Antoni Tàpies.
En 2021, Miquel Navarro toma posesión como nuevo académico de la Real Academia de San Carlos de Valencia. Para celebrar su incorporación, dona a la Academia su escultura “Testa Tubería”, basada en una obra de Francesco Laurana (1471, Croacia).